jueves, 25 de julio de 2013

Pienso, luego existo.

Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.

Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Salmo 139: 14 y 16

Esta célebre frase del filósofo Descartes nos invita a reflexionar sobre nuestros orígenes y la razón de nuestra existencia.
En mi hay un ser que piensa, razona, reflexiona, tiene memoria, quiere y no quiere. Cual es el origen del hombre, ese ser maravillosamente compuesto de un cuerpo y un alma,  ese organismo cuyas partes tienen su determinada función, que crece y se desarrolla desde su infancia hasta la edad adulta? Quien concibió órganos tan delicados y apropiados para lo que deben cumplir? De dónde viene el el espíritu que se analiza a sí mismo? De dónde viene la razón que los hombres usan y de la cual los incrédulos abusan? Finalmente, de donde viene ese ser interior que piensa en lo infinito, y por más grande que se imagine el espacio, por más largo que supone el tiempo, se siente obligado a decir: "Hay algo más que no soy capaz de entender".
La naturaleza tiene sus leyes según las cuales el hombre proviene del hombre, el animal del animal, una planta de otra semejante a ella, pero esas leyes, quien las estableció? La casualidad, esa causa ciega, como las pretenden los incrédulos? "Dice el necio en su corazón: No hay Dios. A todas estas preguntas, el creyente fórmula una sencilla respuesta: "Todo lo hizo el Creador".

viernes, 12 de julio de 2013

PASTOR

Nadie esta descartado de la propuesta salvadora de Jesús; mas bien, los "los extraviados" y "perdidos" son ahora los preferidos, pues nuestro Dios es capaz de "dejar las noventa y nueve ovejas" por buscar la única perdida"

jueves, 25 de abril de 2013

LAS BIENAVENTURANZAS.

Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.